La Pizarra

La Pizarra es quizás el único instrumento que no se termine de integrar a los dispositivos y tecnologías en el aula; porque el profesor y alumno pueden interactuar directamente sobre ella. Y no podrá ser sustituida por un proyector por la sencilla razón de que "no necesita tomacorriente".

Las características de la pizarra son:

• La pizarra debe ser grande.
• No quedar nunca tapada por una pantalla para proyectar.
• Estar visible para todos.
• En aulas con disposición flexible de las mesas, que los alumnos de espaldas, puedan girar de frente a ella.
• Algunos prefieren las pizarras blancas que se escribe con marcador.
• Otros prefieren las pizarras negras o verdes, que se escribe con tiza.
• La altura debe de permitir escribir tanto a los altos como los bajos.

Algunos de los usos de la pizarra son:

• Escribir en la pizarra, en un lado, al comienzo de la clase, un índice esquemático con los contenidos que van a tratarse y dejarlo visible durante toda la clase.
• Escribir siempre en la pizarra las palabras cuya gráfica pueda ser desconocida por los estudiantes o que deban ser recordadas por los alumnos. Por ejemplo: términos científicos propios de la disciplina, nombres propios, referencias (autor, título, año, editorial), fechas, otras expresiones numéricas o abstractas, siglas y códigos.
• Evitar escribir frases largas, textos complejos y párrafos, excepto si en su conjunto van a ser objeto de análisis.
• Distribuir el espacio físico de la pizarra, respetar las estructuras, borrar los elementos que se van añadiendo, pero que no constituyen puntos clave de la exposición.
• Usar el color con moderación. Recordar que el tamaño y el grosor indican importancia; la posición en la pizarra indica jerarquía, orden y progresión en el tiempo o en procesos, o disposición espacial.
• Repartir la información de la pizarra, por escrito, cuando es importante que los alumnos la conserven con fidelidad.
• Fomentar que los alumnos salgan y utilicen la pizarra para ayudarse en su explicación o en su pregunta.